viernes, 25 de abril de 2014

Novela colectiva 2º ESO. Séptimo capítulo.

CAPÍTULO 7:NO TE DISTRAIGAS

Estoy en un túnel oscuro, demasiado oscuro como para que pueda ver nada. Intento caminar, pero el túnel se va haciendo cada vez más pequeño hasta que llega un momento en que tengo que arrastrarme para seguir avanzando. Oigo una voz espectral gritando detrás mía que me hiela la sangre.
El túnel se vuelve tan pequeño que me quedo atascada. Intento por todos los medios escabullirme, pero tan solo puedo mover mis manos .La voz se oye cada vez más fuerte y empiezo a entrar en pánico.
Pero de pronto ,desde el otro lado del túnel, aquel por el que no puedo pasar, distingo a oír unos pasos que vienen hacia mí. Intento pedir ayuda, pero no puedo articular ninguna palabra.
Aquella voz se va acercando cada vez más...
El dueño de los pasos empieza a llamarme.
-Victoria...

Hasta ahora no me había puesto a recordar aquel sueño tan terrorífico que me hostigaba estos últimos días, pero al llegar al Cortijo Jurado, mi maravillosa mente masoquista se pone a recordarlo.
Siempre es lo mismo: el mismo túnel, la misma voz, el mismo atascamiento, los mismos pasos al otro lado del pasadizo y el mismo final inacabado. Siempre igual. Lo que me da más miedo es que cuando dicen que un sueño se repite muchas veces es que se va a volver realidad tarde o temprano, y como que no quiero ser asesinada brutalmente por una voz fantasmal en medio de un oscuro túnel, quién sabe dónde.
Pero bueno, será mejor que me quite esas ideas de la cabeza porque un día de estos me estamparé contra el suelo por estar tanto rato en Babia.

Cuando estamos viajando, noto que Aitana se pone a temblar cada vez más y más.
-Aitana, no te ofendas, pero pareciera que te está dando un ataque de epilepsia.
-¡Es que tengo miedo!¿Y si de verdad hay fantasmas?
-No creo que haya. Y si es que hay, no creo que se atrevan a salir de día y con sol.
-Sí, por suerte.
-Mira, ya vamos a llegar. Tan solo es una simple casa abandonada.
-¿Sabéis lo que dicen del Cortijo Jurado?-Dice Erika, desde el asiento de delante-, anteriormente esta casa fue utilizada como lugar de ejecución para niños y niñas desde el siglo pasado. Dicen por ahí que sus espíritus trastornados vagan por todo el lugar, sin haber encontrado un sitio en el que descansar en paz.
-Muchas gracias por tranquilizarme, Erika -ironiza Aitana-.
-¡De nada!
-Erika, si dejaras de asustar a la gente mientras se dirige a una casa de terror, como que mejor, ¿sabes?-le comenta su hermana Nicole, mientras intenta pegarle un codazo.

En cuanto bajamos del autobús y nos dirigimos a la casa, Don Amador nos va diciendo las reglas de la excursión, y alguna que otra sorpresa.

-Primero que nada, debéis de tener claro que, mientras hacemos la primera exploración al cortijo, no quiero que nadie se separe del grupo. Al primero que vea alejándose lo más mínimo, lo dejo aquí haciéndole compañía al autobús. Otra cosa: como factor sorpresa del paseo, después de tomarnos el desayuno, tendrá lugar la “Prueba de Valor”:

1. De uno en uno, iremos entrando en la casa y buscaremos un objeto de los muchos que pondremos los monitores y yo en el recinto. El que encuentre el premio especial, que pondremos en la zona más profunda de la casa, ganará el juego. El que no sea lo bastante valiente, vendrá con el primer objeto que se encuentre y volverá lo más rápido que pueda.

2. Según el objeto que hayan cogido, obtendrán determinados puntos, y no se sabrá cuál es el objeto especial hasta que alguien venga aquí y lo digamos, así que buscad lo más adentro que podáis para conseguirlo.

Dicho esto, veo que casi todas las niñas ponen cara de haber visto un alma en pena y, aunque los niños se hacen los valientes, veo a unos cuantos con las piernas temblándoles como si fuesen de gelatina.
Y en cuanto a mí, no me importa en lo más mínimo ganar el juego. Cogeré lo primero que me encuentre, volveré y punto final.


Después de explorar el cortijo en grupo (supuestamente en orden) y de comer algo, empieza el juego. La mayoría de los niños vuelven corriendo como una gacela y ninguno lleva el primer premio.
Después de que más o menos la mitad de la clase haya entrado a la casa, me toca a mí.

Empiezo buscando en la cocina. Nada. En una habitación. Nada de nuevo.
Voy buscando aparentemente, pero en realidad pienso sobre Valeria y Álex.¿No que a Valeria le gustaba Jacob? Ya no estoy tan segura. Desde que se sentó junto a él en el autobús y de andar por ahí agarrada de su brazo como si su vida dependiera de ello, me alarma bastante. Creo que en verdad lo hace para fastidiarme, aunque a ella no le guste (pero no me fío ni un pelo).
Con tanto pensar y repensar me doy cuenta de que me he perdido.
Parece que he descendido, ya que no veo casi nada y sigue siendo de día. Esto empieza a recordarme a mi sueño, y eso no es bueno.

Ahora estoy segura. ¡Es todo igual que en mi sueño! Ahora solo falta que llegue la voz del demonio y me persiga. Y lo hace.
Empiezo a correr. El túnel cada vez es más pequeño. Me quedo atascada.
Ahora los pasos. Sí, ya vienen. Lo que me preocupa es lo que pueda suceder después, eso no lo vi en mis sueños.
-Victoria...
Hasta ahí, todo igual.
-Victoria,¡ven!
Eso sí es nuevo.
Siento que me jalan desde el otro lado, espero que no sea algo o alguien peor de lo que se me acerca por la espalda.
Y al fin, logro escabullirme. Me doy cuenta de que quien me salvó es un niño, como de mi edad, solo que lleva ropa muy vieja y tiene el pelo de un increíble rojo oscuro.

Me lleva corriendo por todo el camino, hasta que al fin, cuando llegamos a una especie de sótano sombrío, pude descansar.

-¿Quién eres?-le pregunto-¿y que era esa agradable y dulce voz?-bromeo para apaciguar las cosas.
-Me llamo Tommy -contesta- aunque no te lo creas soy un fantasma, y tengo que hablarte de aquella voz de la que has huido. Tú y la demás gente corréis un grave peligro.

Rosa María Vergara González

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